viernes, 3 de junio de 2016

Ave Fenix


El placer se escondía en tus labios mientras mi deseo luchaba por salir de entre mis muslos y entre tus muslos apareció una mano temblorosa que solo quería asir con fuerza tu deseo, apreté suavemente y de tu boca salio un gemido que solo dijo: más...
El deseo de tus dedos se funde en la pasión de mi alma, mis gemidos son susurros en tus oídos y mi placer se quema en tu cama.
Arden las sábanas y solo sé sofocarla a besos.
A besos, piel con piel, deseos y tormento.
El primero en el cielo de tu espalda.
Baja lentamente y me estremece.
El segundo en el cuello.
Tus labios son ambrosía de colores.
El tercero,  se aproxima tanto a tu cuerpo que no me puedo separar.
Recorro tu columna y beso cada una de tus vértebras
Lentamente muy despacio…
Me inmolo al contacto de tu piel, de mi quedan cenizas que se esparcen por tus poros, entre las sábanas blancas ,mis gemidos te bañan.
Ahora sudadas, me pides un suspiro,  y te lo respiro. El ave fénix, renace y culmina en tus rodillas para alcanzar la cima, esa jugosa que me prometías
Acerco mis labios y susurro tan despacio, que tu respiración repite mis palabras y de mis labios salen versos para acompañar tus besos que rozan mi cuerpo, que se hacen ahora más fuertes, espaciados.
Suenan mis gemidos en la estancia, adornando el susurro del viento que lucha por entrar y acariciar nuestros cuerpos.
Ya no hay aire entre nosotros, 
solo el fuego incombustible del deseo...
el deseo de los cuerpo que deshacen en besos,
 gemidos y lamentos,
cómo un castillo abres las compuertas
un foso húmedo rodea todo y te miro.
Tus ojos brillan de deseo,
 me miras con la pasión de tu alma...
tus latidos se convierten en los míos y entro en vos, princesa...

Con la fuerza de un ciclón 
y la suavidad del deseo, 
me haces tuya y siento

Al oído te digo.... 
consumámonos para siempre, consumámonos…
Consumidos por el deseo nuestro sudor es sal en los cuerpos
 nos transformamos en mar, mar que une nuestros deseos.
Entre tempestades salvajes, de olas y fuego
tallamos una nueva especie que domine el mundo
La especie de nuestro deseo, 
y la pasión de nuestros cuerpos.
Ahora somos uno, ahora somos Amor...

Marco P.